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Universitas-XX1, Revista de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Politécnica Salesiana del Ecuador,
No. 41, septiembre 2024-febrero 2025
voz, clasicación de imágenes…). Algunos ejemplos de aplicaciones de esta
tecnología son Alexa o Siri.
Por otro lado, existen los algoritmos de aprendizaje profundo o Deep
Learning, que se podrían clasicar como un subcampo del Machine Lear-
ning. Procesan datos a través de redes neuronales articiales profundas lla-
madas RNA. Se puede denir como la capacidad de predicción que tiene la
máquina (Argyrou et al., 2024).
Es decir, según explica Karen Gonjar (2024), “el Deep Learning lo que
dice es: en función de toda esta información que tengo y que he podido apren-
der gracias a mi capacidad de Machine Learning yo predigo que esto va a ser
así, y que va a pasar esto otro”.
Tanto el aprendizaje profundo como las redes neuronales están estrecha-
mente relacionadas con el cerebro humano, ya que se basan en el funciona-
miento neuronal de los humanos. Su objetivo es imitar, con la mayor precisión
posible, el procesamiento de variables y la toma de decisiones. Funcionan
como un método que enseña a los ordenadores a procesar datos como lo ha-
ría un humano (Gallardo Lorenzo, 2023).
Los investigadores de este campo hacen referencia a la existencia de dos
tipos de redes neuronales: redes neuronales generativas adversarias (1) y re-
des neuronales generativas antagónicas (2). Estas dan lugar a la IA Genera-
tiva, que “es una subsección revolucionaria de la IA que no solo procesa in-
formación, sino que crea contenido nuevo y original. Es el siguiente escalón
en la evolución de la IA: una entidad capaz de diseñar, innovar y, en ciertos
aspectos, aplicar “creatividad” (Morales, 2023; Linkedin.com).
Las redes neuronales generativas “son una forma nueva de usar el apren-
dizaje profundo para generar imágenes que parecen reales” (Lee, 2022 p. 3).
Así, estas redes neuronales han propiciado el surgimiento de plataformas
como Neural Fashion AI, la cual produce fotografías de colecciones de moda
basándose en prendas previamente diseñadas. Al adoptar esta tecnología, las
empresas de moda podrían optimizar sus procesos, reducir costes, y lograr
un impacto más eciente en sus consumidores obteniendo así ventaja com-
petitiva frente a sus rivales.
La marca de lujo francesa, Gucci, destacó por aplicar esta tecnología en
su colaboración con Trevor Andrew, llamada Guccighost, en la que el artista
digital creó una colección de bolsos y accesorios cuyos diseños habían sido
generados por IA. Como punto de partida cogió imágenes digitales de prendas
de la propia marca y gracias a las redes generativas adversarias pudo jugar
con ellas manipulando los patrones y formas para desarrollar nuevos diseños.