MISCELÁNEA
Comparación de frames en redes sociales de las elecciones de 2016 y 2021
en Perú:
el caso de las candidatas Fujimori y Mendoza
Comparison of frames in
social networks of the 2016 and 2021 elections in Peru: the case of candidates
Fujimori and Mendoza
Edwin Cohaila-Ramos cohaila.ef@pucp.pe
https://orcid.org/0000-0002-4198-2050
Pontificia Universidad
Católica del Perú, Perú.
Comparación de frames en redes sociales de las elecciones de 2016 y 2021
en Perú: el caso de las candidatas Fujimori y Mendoza
Universitas-XXI,
Revista de Ciencias Sociales y Humanas, núm. 39, pp. 181-203, 2023
Universidad
Politécnica Salesiana
2023.Universidad
Politécnica Salesiana
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
Recibido: 28/03/2023
Revisado: 22/04/2023
Aprobado: 10/07/2023
Publicado: 01/09/2023
DOI:
https://doi.org/10.17163/uni.n39.2023.08
Resumen
Este
artículo compara las publicaciones en redes sociales de las candidatas Verónika Mendoza y Keiko Fujimori en los procesos
electorales de 2016 y 2021, únicas candidatas que participaron en ambos
procesos. Para esta comparación se utilizó la teoría del framing,
teniendo como cortes periodos previos y posteriores a los debates electorales.
Las publicaciones en redes sociales se clasificaron en frames
temáticos, estratégicos y posicionales. El interés de la comparación radica en
observar si el debate electoral, evento privilegiado para mostrar propuestas y
planes de gobierno, avizora un cambio en el tipo de enmarcamiento de las
candidatas. Se observa que las publicaciones de las candidatas muestran
diferentes posiciones de enmarcamiento, pero el debate no cambia el tenor de
las publicaciones, privilegiándose los frames
estratégicos sobre los posicionales y temáticos.
Palabras clave: Frame, posicional,
estratégico, temático, redes sociales, elecciones
peruanas, Fujimori,
Mendoza.
Abstract
This article compares the
publications on social networks of the candidates Verónika
Mendoza and Keiko Fujimori in the electoral processes of 2016 and 2021, the
only candidates who participated in both processes. For this comparison, the
framing theory was used, having as cutoff periods before and after the
electoral debates. The publications in social networks were classified into
thematic, strategic and positional frames. The interest of the comparison lies
in observing if the electoral debate, a privileged event to show proposals and
government plans, envisions a change in the type of framing of the candidates.
It is observed that the publications of the candidates envision different
framing positions, but the debate does not change the tenor of the publications,
favoring strategic frames over positional and thematic ones.
Keywords: Frame,
positional, strategic, thematic, networks, Peruvian elections, Fujimori, Mendoza.
Forma sugerida de citar:
Cohaila-Ramos, E. (2023). Comparación de frames en redes sociales de las elecciones de 2016 y 2021
en Perú: el caso de las candidatas Fujimori y Mendoza. Universitas
XX1, 39, pp. 181-203. https://doi.org/10.17163/uni.n39.2023.08
Introducción
Los candidatos y candidatas suelen
expresar, mediante sus publicaciones en redes sociales, diferentes aspectos,
desde aspectos relacionados con su quehacer diario, hasta posturas sobre la
situación política o sobre alguna problemática. Esta forma de comunicación
suele expresarse durante periodos o procesos electorales y no electorales.
Ahora bien, en procesos electorales
hay varios momentos que tienen un hito especial, como son la inscripción de
candidatos, los debates electorales, el cierre de campaña, el día de elección,
etc. Uno de estos eventos esperados es el debate electoral, ya que es un
momento donde los candidatos y candidatas tienen la oportunidad de expresar sus
propuestas o planes de gobierno, aunque no está exento de confrontaciones o
bromas que puedan existir entre los participantes. Los medios de comunicación
también están atentos a este evento, y suelen, para el caso peruano,
transmitirlo por señal abierta en directo.
Si bien los procesos electorales se
han producido en los periodos correspondientes, el panorama político y de los
partidos ha sido disímil. El Perú ha mostrado una debilidad partidaria, la cual
era atribuida en un inicio al autoritarismo de Alberto Fujimori en los años
2000, pero que se han mantenido en el continuo de los procesos electorales (Levitsky y Cameron, 2003; Zavaleta, 2014). El panorama
político también ha estado marcado por la presencia de conflictos locales
ligados, principalmente a temas socioambientales, pero con poca presencia o
convocatoria nacional que puedan articular movimientos sociales (Vergara y
Encinas, 2015; Meléndez y León, 2010).
En lo que sí se ha observado cierta
continuidad es en el manejo económico, y el control sobre este, debido
justamente a la debilidad partidaria, donde el control lo mantenía el Ejecutivo
con el apoyo de grupos empresariales (Dargent y
Rousseau, 2021); no obstante, se avizora un posible desfase en este control,
debido a la confrontación entre el Ejecutivo y el Congreso durante el periodo
de la elección posterior al 2016, donde las censuras, interpelaciones y
vacancias presidenciales ha permitido, para Dargent y
Rousseau (2021), que el Ejecutivo pierda control sobre lo económico y político,
que se observa por la poca influencia de los ministerios de Economía y de la
Presidencia del Consejo de Ministros.
En este panorama, marcado por ciertas
continuidades y cambios, solo dos candidatas participaron en ambos procesos
electorales, Keiko Fujimori y Verónika Mendoza, y
ambas de espectros políticos diferentes.
Este estudio compara el tipo de
publicaciones que realizan ambas candidatas en redes sociales, tanto en
Facebook como en Twitter, en los procesos electorales de 2016 y 2021, teniendo
como corte de comparación los debates electorales. La hipótesis que guía esta investigación
plantea que el debate no genera ningún cambio en el tipo de enmarcamiento de
las publicaciones de las candidatas. Para realizar este análisis, las
publicaciones han sido capturadas y categorizadas en tres tipos de frames: posicionales, estratégicos y temáticos. Asimismo,
para observar si el debate genera un cambio, se compara una misma cantidad de
días previos y posteriores a este evento, en ambos procesos electorales.
Las principales conclusiones muestran
pocos cambios en el tipo de enmarcamiento de las candidatas estudiadas, por lo
tanto, el debate no genera grandes cambios significativos. Los frames estratégicos tienen mayor prevalencia en las
publicaciones de las candidatas, por encima de los temáticos y posicionales; y
solo se encuentran diferencias significativas en el proceso electoral de 2016 y
no en el de 2021.
Proceso electoral 2016 y
2021
En el proceso electoral peruano de 2016
participaron diez candidatos de diferente partidos y agrupaciones políticas.
Las elecciones generales se realizaron el 11 de abril de 2016, siendo los
candidatos Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori quienes obtuvieron las
principales simpatías del electorado. No obstante, al no obtener ninguno de los
dos el 50 % más uno de los votos válidos,[i] como
establece la ley electoral peruana, tuvieron que pasar a una segunda vuelta
electoral, donde resultó ganador el candidato Pedro Pablo Kuczynski, por un
margen del 0,12 % de los votos válidos (ONPE, 2016). Ambos candidatos eran
visualizados como candidatos del espectro de la derecha, con algunas
diferencias, si bien, ambas candidaturas preferían poca intervención del estado
en la economía, Keiko Fujimori era avizorada como parte de un partido populista
de derecha conservador (Sulmont, 2017; Meléndez,
2012); en cambio, Kuczynski era avizorado como de centro-derecha, con énfasis
en la inversión privada y una gestión tecnocrática del Estado (Sulmont, 2017). Sin embargo, la otra gran diferencia,
radicaba en que Keiko Fujimori representa un continuismo de la forma de
gobierno de su padre, Alberto Fujimori,[ii] con
presencia de mano dura y autoritarismo (Sulmont,
2017).
En el proceso electoral de 2021
participaron 18 candidatos y candidatas. Este aumento de candidaturas se debió
a que la ley electoral estableció que el partido político que no obtuviera más
del 5 % de los votos válidos, o al menos cinco representantes al Congreso
en dos circunscripciones electorales distintas, perdería la inscripción.
Asimismo, eso contemplaba a los partidos que no se presentaban al proceso electoral,
o renunciaban durante el mismo proceso, situación que en el proceso electoral
de 2016 era no vinculante perder la inscripción electoral.
En estos procesos electorales ha
existido una variedad de partidos políticos, lo que podría reflejar una mayor
participación política; no obstante, se observa una débil institucionalidad de
partidos políticos, donde mecanismos de democracia interna y de control son
escasos (Tanaka, 2005), generando poca confianza en los partidos por parte de
la ciudadanía y volatilidad electoral (Meléndez, 2019), siendo, cada vez, más
recurrente, la aparición de partidos personalistas (Zavaleta, 2014, Sulmont, 2017).
Si bien el periodo entre ambos
procesos electorales se realizó en cinco años, como establece el tiempo del
mandato presidencial, el ambiente político en el Perú estuvo “convulsionado” ya
que se sucedieron hechos políticos no habituales. Desde que Kuczynski asumió el
poder, el Congreso, con una mayoría del partido fujimorista, marcó una
confrontación con el Ejecutivo, llegando a censurar ministros, a convocar a
ministros para interpelaciones, lo que para Dargent y
Rousseau (2021) manifiesta un punto de quiebre del control del Ejecutivo sobre
el Legislativo.
Esta confrontación se agravó, porque
Kuczynski no pudo explicar las consultorías realizadas a la constructora
Odebrecht, cuando era ministro de economía en el gobierno de Toledo
(2001-2006), lo que conllevó a que el Congreso proponga una vacancia
presidencial. A todo ello, el gobierno procedió a conceder el indulto a Alberto
Fujimori cuando no le correspondía; negociando, para ello, el rechazo a la
vacancia a cambio de promesa de obras a determinados congresistas; y cuando la
prensa destapó estos contubernios en marzo de 2018, Kuczynski renunció a la
presidencia, asumiendo su vicepresidente Martín Vizcarra; pero la situación de
confrontación no cambió, tanto que Vizcarra disolvió el Congreso por la segunda
negación de confianza al primer ministro, y convocó nuevas elecciones
congresales para enero de 2020, no obstante, este nuevo Congreso lo censuró por
información de un posible acto de corrupción cuando fue gobernador del
departamento de Moquegua.[iii]
Según la transferencia de poder tuvo
que asumir como presidente, Manuel Merino, quien ocupaba el cargo de presidente
del Congreso, pero solo duró en el cargo menos de una semana, debido a las
protestas ciudadanas y, después de la muerte de dos estudiantes y de centenares
de heridos en una manifestación, se vio obligado a renunciar. Así que, el
Congreso, eligió otra mesa directiva, donde el presidente asumirá de manera
interina la presidencia del Ejecutivo, recayendo esta encargatura
en Francisco Sagasti en noviembre de 2020, quien al asumir el cargo estableció
el cronograma de elecciones generales, tanto para la presidencia como para el
parlamento; coincidiendo todos estos sucesos en el periodo que debía permanecer
Kuczynski en el poder.
En este panorama, las elecciones
generales se establecieron para el 11 de abril de 2021, donde obtuvieron las
preferencias electorales el candidato Pedro Castillo y la candidata Keiko
Fujimori, pero al no obtener ninguno más del 50 % de votos válidos más
uno,[iv] se tuvo
que ir a una segunda vuelta electoral, donde resultó ganador el candidato Pedro
Castillo, con un margen del 0,126 % de los votos válidos (ONPE, 2021).
Entre estos dos candidatos sí existían diferentes posturas en la parte
económica, pero posturas muy similares en el aspecto social e inclusive
consideradas conservadoras (Meléndez en Paúl, 2021; Zavaleta en Luna
et al., 2021).
Como se observa en ambos procesos
electorales, la candidata Keiko Fujimori alcanzó las primeras preferencias
electorales (el 2016 obtuvo el 39,86 % de votos válidos y el 2021 obtuvo
13,4 % de votos válidos), lo que conllevó a pasar a una segunda vuelta
electoral, pero en ambos procesos electorales perdió en dichos balotajes. La
candidata Verónika Mendoza, por su parte, también
participó en ambos procesos electorales, teniendo, diferente resultado, el año
2016 obtuvo el 18,7 % de votos válidos (siendo la tercera con la más alta
votación); mientras que en 2021 solo obtuvo el 7,8 %. Si bien, ambas
candidatas obtuvieron mayor intención de voto en el proceso de 2016, fueron las
únicas candidaturas que postularon a ambos procesos electorales.
Asimismo, es necesario manifestar que
Keiko Fujimori ha postulado tres veces a la presidencia de la República, en los
años 2011, 2016 y 2021. Ella ha postulado por el partido Fuerza Popular en los
dos últimos procesos electorales, partido ubicado en el espectro de derecha,
que manifiesta una política económica de libre mercado, pero con tintes
conservadores en lo social. Por otro lado, Verónika
Mendoza, pertenece al partido político Juntos por el Perú, ubicado en el
espectro político de izquierda socialista y ecologista (Sulmont,
2017), que pretende una mayor participación del Estado en la economía, elevar
impuestos a las sobre ganancias y reconstituir ciertos derechos sociales a la
población.
Enmarcamientos y framing
Si bien la teoría del frame (o enmarcamiento) puede tener diferentes acepciones
sin un cuerpo medular (Entman, 1993; Scheufele, 1999), debido a que existen diferentes
definiciones; poco a poco, se ha ido ampliando a diversos campos u objetos de
estudios, y se ha ido centrando su campo de estudio. Para Goffman (1986), los frames son los principios de organización que rigen los
acontecimientos, y es posible realizar interpretaciones estructurales de la
realidad social. Por otro lado, para Gamson y
Modigliani (1989), los frames nos proporcionan un
conjunto de paquetes interpretativos que dan significado a un tema, teniendo en
su núcleo un marco que da sentido a los eventos.
Siguiendo a Entman
(1993), los frames permiten seleccionar algunos
aspectos de la realidad percibida y destacarlos en un texto comunicativo, de
tal manera que permite definir un problema, interpretarlo y evaluarlo. Estas
definiciones nos precisan que a partir de un conjunto de herramientas es
plausible la interpretación y evaluación de la realidad social y de lo que se
transmite en ella, por tanto, encausan lo que manifiesta un texto comunicativo
en algo más legible que puede transmitirse. A partir de esta conceptualización,
se empezó a analizar el discurso de los medios de comunicación (media frames). Según Chong y Druckman
(2007), los media frames consisten en todo ese
conjunto de palabras, imágenes, frases que utiliza el orador cuando transmite
la información sobre un evento a la audiencia. Para D’Angelo
(2018) los estudios sobre los media frames son los
más recurrentes.
Para el análisis de los procesos
electorales, los estudios de los frames se han
concentrado, según D’Angelo (2018) en estudios de frames genéricos, aplicados a diferentes temas y procesos
políticos; y los estudios de frames específicos,
aplicados a indagar una interpretación de los hechos noticiosos. Los estudios
han intentado para ello desarrollar diferentes clasificaciones (Newman
et al., 1992; Semetko y Valkenburg, 2000; Vliegenthart et al., 2008, Yyengar,
1991) con el objetivo de dar cuenta la forma en cómo se transmite cierta
información a la población o audiencia.
Enmarcamientos estratégicos, posicionales y temáticos
Dentro de los estudios de los frames genéricos, el proceso electoral es el que ha
conllevado cierta recurrencia, y dentro de este, el periodo de la campaña
electoral. La forma cómo los medios enfocaban la campaña ha sido un campo
estudiado desde varios enfoques. Sin embargo, muchos estudios manifestaban
ciertos enmarcamientos, a los que se empezó a denominar juego estratégico. Esta
forma de enmarcamiento intenta destacar cómo los medios enfocan el proceso
electoral, a partir de allí daba cuenta de lo que se priorizaba en la campaña,
como las cualidades de los candidatos, sus frases, estrategia de campaña, las
pullas entre los candidatos. En estos estudios se observaba cierta priorización
por parte de las noticias electorales por el juego estratégico, más aún por la
denominada carrera de caballos (Iyengar et al.,
2004; Kahn, 1991; Patterson, 1994; Russonello y Wolf,
1979; Sigelman y Bullock, 1991); estos estudios
mostraban la ventaja que podría ir teniendo algún candidato. Jamieson (1992)
contribuyó señalando que este esquema de cubrir las noticias utilizaba lenguaje
de guerras y deporte. A esto también habría que añadir que, De Vreese y Semetko (2002)
incluyeron aspectos relacionados a las cualidades o al desempeño personal de
los candidatos.
Esta forma de observar las diferentes
maneras cómo los medios realizaban encuadres fue denominado estratégico por
algunos autores (Capella y Jamieson, 1997; D’Angelo
et al., 2005; De Vreese, 2005; de Vreese y Semetko, 2002;
Jamie-son, 1992); otros autores lo denominaban frame
de juego (Lawrence, 2000; Patterson, 1994; Pedersen, 2012; Shehata,
2013; Strömbäck y Aalberg,
2008) y en otros estudios lo definieron como frame de
juego estratégico (Muñiz, 2015; Rinke et al.,
2013; Schmuck et al., 2016). No obstante, estas
agrupaciones solían compartir los mismos indicadores (Muñiz 2015, De Vreese 2005, Dimitrova y Kostadinova, 2013). Una diferenciación a ello, la aporta Aalberg et al. (2012)
quienes manifiestan que el frame de juego estratégico
contiene dos dimensiones que refieren a dos tipos de frames.
Por consiguiente, el frame estratégico se centra en
las estrategias, tácticas o motivaciones de la campaña, candidatos o partidos
políticos. En cambio, el frame de juego se centra en
la presentación del proceso electoral como una competencia, guerra, donde hay
ganadores y vencidos (Aalberg et al.,
2012). Siguiendo a Aalberg et al.
(2012) se cambia el nombre de frame de juego
por el posicional. Por tanto, tenemos dos tipos de frames
que empezaron como agrupados pero que es más conveniente separarlos para una
mejor lectura, en una se resalta lo estratégico, y en otro lo posicional (que
incluye la idea de las ventajas, el de la posición).
Si bien ha habido cierta discusión
sobre los frames estratégicos y de juego, no ha sido
así tanto por el frame temático, que engloba la forma
como en la noticia o publicación se realza propuestas, planes de gobierno o
explicaciones sobre estos (Macassi y Cohaila, 2022), donde el objetivo de la publicación es
mostrar la referencia al planteamiento de lo que se realizaría si es que se
llega a obtener la preferencia electoral.
Diseño metodológico
La intención del estudio es comparar
las publicaciones que realizan ambas candidatas en redes sociales, para ello,
se utilizará como herramienta la teoría del framing.
En esta comparación se utilizará como cortes el debate electoral en ambos
procesos electorales. A partir de allí, las preguntas de investigación planteadas
son:
P1:
¿Qué tanto los frames posicional, estratégico y
temático tienen la misma prevalencia durante los procesos electorales de 2016 y
2021?
P2:
¿Qué tanto los frames posicional, estratégico y
temático tienen diferente comportamiento, según tipo de red social utilizada
por las candidatas Keiko Fujimori y Verónika Mendoza,
en los procesos de 2016 y 2021?
Las hipótesis planteadas son:
H1:
El tipo de frame en ambos procesos electorales no ha
experimentado ningún cambio, manteniéndose los frames
estratégicos y posicionales sobre los temáticos, no produciendo el debate
ningún cambio.
H2:
Los tipos de frame en ambos procesos electorales no
ha experimentado ningún cambio, por tanto, el comportamiento es similar en los frames que utilizan ambas candidatas, tanto en la red
social Facebook como en la red social Twitter.
Variables e indicadores
Para este estudio se analizan los frames posicionales, estratégicos y temáticos. Por ello es
necesario manifestar este proceso de operacionalización. Esta construcción obedece
al tratamiento realizado por Macassi y Cohaila (2022), donde se establece las diferencias entre
estos tres tipos de frames, pero se ha adaptado a las
publicaciones de las candidatas en redes sociales.
El frame
posicional se entiende, para este caso, que la candidata prioriza en la
publicación cierto avance o retroceso posicional vertido en la opinión pública
y que es recogido por ella, por lo tanto, se observará si:
La publicación en redes sociales se centra en datos de
encuestas, entrevistas (expresión).
La
publicación en redes sociales se centra en los resultados positivos o negativos
que tendría su candidatura (predicción).
La
publicación en redes sociales alude a propuestas, pero con el énfasis si
crecen, decrecen o van ganando en la aceptación de la opinión pública (avance).
La
publicación en redes sociales utiliza un lenguaje de competición, asociadas al
deporte, carrera, juegos o incluso la guerra (competencia).
La
publicación en redes sociales alude que las acciones de la candidata mejoran su
posición (ventaja).
El frame
estratégico se entiende que la candidata prioriza en la publicación aspectos
relacionados a la campaña política, estrategias, atributos o recursos, por
tanto, se observará si:
La publicación en redes sociales se centra en las
acciones y/o actividades de la campaña política implementada por la candidata
(tácticas y estrategias).
La
publicación en redes sociales se centra en las razones o motivaciones de la
candidata o de su equipo para realizar actividades durante la campaña (atribución
de motivación).
La
publicación en redes sociales se centra en las ventajas o desventajas del
estilo de la candidata, del desempeño o atributos de ella (personalización).
La
publicación en redes sociales se centra en recursos, apoyo o cobertura mediática
de la candidata (recursos competitivos).
El frame
temático alude a la forma como la candidata prioriza en la publicación contenidos
relacionados a propuestas, problemáticas, planes de gobiernos o demandas. Por
lo tanto, se observará si:
La publicación en redes sociales alude a reformas
institucionales, políticas públicas, cambios de normativas, proyectos de ley
(transformación).
La
publicación en redes sociales se centra en problemáticas, ya sean generales o
sectoriales, e inclusive de envergadura subnacional (problemáticas).
La
publicación en redes sociales alude a planes de gobierno, programas, ideario
(programático).
La
publicación en redes sociales alude a posibles soluciones en plazos cortos o
medidas administrativas (soluciones).
La
publicación en redes sociales se centra a necesidades, pedidos o quejas de la
población (demandas).
El proceso de codificación de las
publicaciones de las candidatas en redes sociales se realizó en un proceso de
doble codificación. En este proceso, donde no había coincidencia,[v] se
procedió a revisar la publicación para establecer a qué tipo de frame correspondía. Asimismo, se valoró que las publicaciones
de las candidatas pueden expresar o referirse a más de un tipo de frame, por lo que no se priorizó alguno en particular, sino
que se recogió toda la información, lo que conllevó a considerar más de un tipo
de frame en determinadas publicaciones.
Dado que el estudio intenta comparar
dos momentos en relación al debate. El corte para la comparación será la fecha
del debate, y se tomará la misma cantidad de días previos y posteriores al
mismo, para ambos procesos. El debate electoral no se realizó el mismo periodo
en ambos procesos, ya que solía realizarse el domingo previo a las elecciones,
como sucedió en los procesos electorales de 2006, 2011 y 2016, pero en el
último proceso electoral de 2021 hubo cambios, debido principalmente a la
cantidad de candidatos que postulaban, por lo que el Jurado Nacional de
Elecciones estableció la realización de este evento en tres días. Así tenemos
que, el debate electoral en las elecciones de 2016 se realizó el domingo 03 de
abril, una semana previa a las elecciones, pero el debate del proceso de 2021
se realizó del lunes 29 al miércoles 31 de marzo; poco menos de dos semanas
previas a las elecciones. En el sorteo de fechas, a las candidatas Keiko
Fujimori y Verónika Mendoza, les correspondió el
primer día de los programados, situación que facilita también este proceso de
comparación en el estudio.
A partir de la fecha de realización
del debate, se tomaron como referencia, seis días previos y seis días
posteriores para la captura de las publicaciones en redes sociales, tanto en
Facebook como en Twitter. Esta línea de comparación ayuda a tener el mismo
campo para ambos procesos. Si bien el periodo de seis días puede resultar
corto, se debe a que al séptimo día en el proceso electoral de 2016 fue el día
de elección. Para ilustrar mejor los momentos de recojo, se presenta la
siguiente tabla.
Tabla 1. Proceso de
análisis de publicaciones
Resultados
El total de publicaciones
analizadas asciende a 207 en ambas redes sociales, siendo un poco mayor en el
periodo electoral de 2016 (108 publicaciones) comparado al periodo electoral de
2021 (99 publicaciones). El número de publicaciones, en sí, no son bastantes,
si uno desglosa esta cantidad, observa que las candidatas suelen publicar menos
de tres publicaciones en cada periodo analizado (en promedio 2.26 publicaciones
por día por red social para el 2016; y 2.06 publicaciones por día por red
social para el periodo de 2021). En consecuencia, el comportamiento es similar
en cantidad de publicaciones en ambos periodos para ambas candidatas. Este
resultado no es diferente, Cohaila (2019) también
advertía el poco uso de los candidatos en utilizar redes sociales.
En general, considerando ambos
periodos estudiados, la mayor cantidad de publicaciones se enmarca en el frame estratégico (53,6 %), seguido por el temático
(31,9 %), y siendo el menos utilizado el posicional (14,5 %). Esta
distribución también sigue la misma tendencia a nivel de cada periodo electoral
analizado, ya que el frame estratégico es el que
tiene mayor uso por parte de las publicaciones de las candidatas analizadas,
seguido del temático, y siendo el menos utilizado el frame
posicional. Sin embargo, la diferencia radica en la proporción en cada periodo.
Allí se puede notar una diferencia significativa en las proporciones entre el
periodo 2016 y 2021, pero solo en el frame
posicional. Por tanto, si bien el comportamiento en el uso de frames sigue una misma lógica, ha habido un decrecimiento
en el uso de frames posicionales de 2016 al 2021,
pero este decrecimiento no ha implicado que los estratégicos o temáticos tengan
alguna variación significativa.
Como se ha observado, se privilegia
el uso de frames estratégicos, lo que denota la
premisa que las candidatas prefieren manifestar el apoyo que tienen los
recursos, pero sobre todo sus actividades y estrategias de campaña.
Tabla 2. Tipo de frames utilizados en los periodos electorales 2016 y 2021
*La
diferencia de proporciones manifiesta un p.value
<0.05
Analizando el periodo previo y
posterior al debate se observa diferencias, pero solo en el periodo de 2016,
donde el debate configuró un cambio en el tipo de publicaciones, ya que procuró
disminuir el frame estratégico y se incrementó el
temático como estrategia en las publicaciones de las candidatas. Pero, en el
periodo de 2021 el debate no configuró ningún cambio, más bien el
comportamiento de las publicaciones sigue el mismo curso, primando los frames estratégicos, seguidos de los frames
temáticos y en menor medida los frames posicionales;
si bien hay un decrecimiento de los frames temáticos,
estos no se muestran significativos. Este cambio propiciado por el debate,
podría deberse a que las candidatas tuvieron que enfocarse en las propuestas
para diferenciarse del resto de los participantes, por tanto, la necesidad de
mencionar más propuestas en sus publicaciones.
Tabla 3. Tipo de frame según corte debate electoral
*Prueba
de proporciones, p.value <0.05
Ahora bien, resta saber si este
cambio en los frames se da por igual en ambas
candidatas o en alguna en particular. Según la candidata y el proceso de debate
electoral, solo se observan cambios en el periodo de 2016, donde el debate
configura un cambio en el tipo de frame, pero solo en
la candidata Verónika Mendoza, donde se observa una
diferencia significativa, teniendo el debate un efecto en el incremento de frames temáticos, en detrimento de los estratégicos; si
bien, en la candidata Keiko Fujimori también se observa esta configuración,
decrecimiento de frames estratégicos e incremento de
los temáticos, estos no logran establecer una diferencia significativa. Este
cambio en la candidata Verónika Mendoza podría
deberse a la necesidad de remarcar sus propuestas, pero sobre todo la
justificación de estas, para así atraer al electorado, explicando este nuevo
pacto social y político (Fowks, 2016). No hay que
olvidar que en esta elección casi logra pasar a segunda vuelta, siendo la
diferencia con Kuczynski de alrededor de dos puntos porcentuales.
En el periodo de 2021, si bien hay
cambios en la cantidad de tipo de frames en ambas
candidatas, no logran marcar una diferencia significativa, por tanto, existe un
mismo comportamiento antes y después del debate electoral, primando los
estratégicos preponderantemente, seguido por los temáticos, y en mucho menor
presencia los frames posicionales.
Tabla 4. Tipo de frames según candidata y periodo electoral
*Diferencia
de proporciones, p.value <0.05.
Como se había manifestado, el cambio
en el tipo de frame, solo denota un comportamiento
diferente en el proceso de 2016, el cual se observa solo para el caso de la
candidata Verónika Mendoza. Sin embargo, falta
observar si dicho cambio se denota o no en ambas redes sociales. Se puede
observar que el cambio se manifiesta solo en la red social Facebook, allí el frame estratégico se reduce y el temático se incrementa;
teniendo las publicaciones en Twitter un mismo comportamiento para ambas
candidatas, primando los frames estratégicos, por
encima de los temáticos y posicionales.
Tabla 5. Tipo de frames utilizados según candidata y tipo de red social en
los periodos electorales 2016 y 2021
*Diferencia
de proporciones, p.value <0.05
Como se ha observado, el debate no
genera un cambio pronunciado en las publicaciones en redes sociales de las
candidatas analizadas. Más bien, hasta cierto punto, existe un mismo patrón con
cambios mínimos, pero sin llegar a ser significativos; esto se asemeja a lo que
mencionaba Cohaila (2020) cuando analizaba las
publicaciones de los candidatos en las elecciones de 2016 para el caso peruano,
y remarcaba que el debate no procuraba gran cambio en las publicaciones de los
candidatos, teniendo los candidatos un mismo patrón en el tenor de sus
publicaciones en redes sociales.
Este patrón observado en las
publicaciones de las candidatas, denota un uso mayor de frames
estratégicos, donde se privilegia transmitir la estrategia, táctica, el apoyo a
la campaña y como se va generando una personalización. En ese mismo sentido
Montúfar-Calle et al. (2022), manifiestan un alto nivel de personalización
en la campaña política en redes sociales de los candidatos en la primera vuelta
electoral, lo que parece ser que se repite para estas dos candidatas, pero
ahora, para ambos periodos electorales. Este uso de la personalización, también
manifiesta la fragilidad política, donde la figura preponderante es el
candidato, lo que refuerza la idea de partidos personalistas (Meléndez, 2019;
Zavaleta, 2014).
Al tratarse de la última semana de la
campaña, donde la intención es captar votos de indecisos, los candidatos
desarrollan una campaña para ello. Según Tuesta (en Andina, 2021), estos días son
claves para atraer votos de indecisos y votos frágiles; por tanto, la campaña
suele dirigirse hacia esta meta; tratando de diferenciarse del resto de
candidatos, por lo que uno esperaría que esto se denote en las publicaciones,
pero no se observa como tal, prima lo estratégico, muy marcado antes y después
del debate; lo cual podría explicarse, en parte, porque los candidatos cierran
campaña, y utilizan sus redes para temas de actividades proselitistas y
establecer sus estrategias de convocatoria, remarcando esta personalización.
Por otro lado, hacerse notar con una gran convocatoria también puede ayudar a
mejorar el empuje o simpatía de las candidatas, y ayudar en el respaldo
ciudadano.
Si bien, en esta última etapa de la
campaña, post-debate, se enfoca en transmitir cierta
estrategia (cómo me va, qué estoy realizando, dónde he venido, recibiendo
muestras de apoyo o cariño), el tipo de comunicación es unidireccional, se
publica o manifiesta algo, tratando de invitar al público, pero no se intenta
generar que este se involucre, esto ha sido recurrente en las publicaciones de
las candidatas, aunque se podría manifestar que es algo recurrente en todos los
candidatos (Cohaila, 2020); siendo una excepción el
uso de redes por parte del candidato García en el proceso de 2016, cuando
intentó por medio de juegos en línea involucrar a jóvenes. Este tipo de
comunicación unidireccional no es ajeno en otros países, en México, Gonzáles
(2013) observa poco uso de redes sociales para generar involucramiento, y
Hernández (2013) en el Salvador observa una dirección hacia el voto de jóvenes,
pero con poca interacción con ellos; de igual manera D’Andamo
et al. (2015) analizando el proceso en
Argentina, manifiestan que no se capitaliza el potencial interactivo de las
redes sociales. Esta situación también lo observa Cárdenas (2020) que,
analizando el uso de Twitter en México, Colombia y Perú, encuentra poca
interacción de los candidatos con sus posibles electores.
Este uso
unidireccional puede provocar poco involucramiento en los electores, no
obstante, aquí hay estudios también que resaltan cierto aporte en las campañas
electorales o movilización. Para el caso peruano, es muy habitual la posición
de los candidatos sobre los que pasan a una segunda vuelta electoral, por
tanto, sus publicaciones en redes pueden generar esta movilización; ya sea de
apoyo o de rechazo a alguna candidatura. Esto está muy ligado también a la
estrategia de la campaña electoral y al uso que les dan allí a las redes
sociales. Al respecto, Hernández (2013) observa que las redes sociales se
utilizan para propagar mensajes, generar visibilidad, pero no se utiliza para
generar o construir una comunidad en torno a la candidatura. En esa misma
línea, Cohaila (2019) también advirtió el poco uso de
redes para la campaña y su movilización, teniendo la red social Twitter más uso
que la de Facebook. Del mismo modo, Matute et al. (2011) observaron la
poca importancia dentro de la campaña a una estrategia comunicativa de los
actores a través de redes sociales. Un caso particular, se observa en la
campaña de 2011 de Kuczynski, donde para Aguilar y Aguilar (2014), se pudo
articular y movilizar a jóvenes de estratos medios y medios altos, en una
estrategia de marketing electoral.
Sin embargo, haciendo un correlato a
las publicaciones que realizan los medios de comunicación, y teniendo cortes
pre y post debate, Macassi y Cohaila
(2022) encuentran que las publicaciones de los medios en Twitter para el
periodo de 2016 también denotan un comportamiento donde prima lo estratégico, y
que este tipo de enmarcamiento junto con el posicional no sufre variación,
mientras que el temático tiene mayor presencia significativa después del
debate; teniendo esta red social mayor prevalencia para estos tipos de frames que la de Facebook. Para Macassi
y Cohaila (2022), hay cierto correlato en los medios
y en las redes sociales sobre las publicaciones. Si bien, es prematuro, se
podría manifestar que los medios recogen las publicaciones de los candidatos, y
como estas marcan una posición más de tipo estratégico se va repitiendo esta
tendencia en los medios.
Por otro lado, si bien se utilizó
diferente forma de agrupación de los frames, en juego
estratégico, temáticos y eventos, Cohaila (2019)
manifiesta que los frames que utilizan los medios
(prensa, radio y televisión) en sus plataformas sociales no marcan una
diferencia, teniendo una misma prevalencia en ambos periodos, previo y
posterior al debate; siendo los de juego estratégico los que predominan, muy
por encima de los temáticos y los de evento.
Esta situación
no es ajena al Perú, Valera et al. (2022),
analizando la campaña electoral en España, informan que en la prensa existe una
predominancia del uso de encuadres estratégicos sobre los temáticos,
utilizando, inclusive, un lenguaje alegórico sobre la guerra y el deporte.
Estos autores dan cuenta, además, que esto es reincidente en la prensa española
durante las campañas electorales.
Es decir, estamos ante un uso que se
encamina tanto en ciertos candidatos y en los medios, a privilegiar frames de tipo estratégico dentro de sus publicaciones en
redes sociales; y donde el debate electoral no marca muchas diferencias
significativas sobre el tipo de enmarcamiento.
Conclusiones
El tipo de publicaciones en redes
sociales utilizadas por las candidatas Keiko Fujimori y Verónika
Mendoza tiene un patrón general en todo el proceso de análisis: predomina lo
estratégico preponderantemente, seguido de lo temático y, finalmente de lo
posicional. Este comportamiento es similar tanto para el periodo 2016 como 2021.
Al comparar el tipo de frame según periodos electorales, se observa un cambio en
el tipo de publicaciones, pero solo en el proceso de 2016; donde el debate
propicia un cambio significativo en el tipo de frame,
teniendo el frame estratégico un decrecimiento, lo
que ocasiona que el frame temático se incremente. En
el periodo de comparación del 2021, el debate no propicia un cambio, teniendo
las publicaciones de las candidatas un mismo tenor, primando lo estratégico,
seguido por lo temático y por último lo posicional.
Este tipo de cambio observado en el
proceso de 2016, solo se denota en la candidata Verónika
Mendoza, y no en la candidata Keiko Fujimori, por lo tanto, es esta candidata
la que posibilita este cambio en sus publicaciones, lo que le permite variar el
periodo de 2016 en su totalidad.
Este cambio propiciado en el 2016 se
observa solo a través de la red social Facebook y no en la red Twitter, por lo
tanto, las publicaciones de la candidata Verónika Mendoza
tuvieron un cambio en la red social de Facebook donde los frames
estratégicos tuvieron un decrecimiento, lo que favoreció el incremento de los frames temáticos.
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Notas
[i] Cabe señalar que en el Perú el voto es obligatorio para las
personas de 18 a 70 años de edad.
[ii] Alberto Fujimori se encuentra condenado por delitos de corrupción
y de lesa humanidad.
[iii] Estos hechos recogidos por la
Fiscalía aún se encuentran en investigación y no se ha formalizado una
denuncia.
[iv] Cabe mencionar que ninguno de los dos candidatos obtuvo más del veinte por ciento de votos válidos, lo que manifiesta
también cierta volatilidad del voto en esas elecciones.
[v] El proceso de no coincidencia ascendió a menos del diez por ciento
del total de publicaciones.